La verdad esto empieza a parecerme una tontería. ¿Qué voy a
escribir hoy? ¿Otra vez lo mismo?
En realidad es que, en la vida de una persona, pasan pocas
cosas. Pero, bueno, he dicho que lo haría y lo haré. Así que a ver, que puedo
poner hoy aquí…
Si, ya sé, mientras estaba en la oficina, una compañera me
ha dicho que tenía ojeras. Le he dicho, riendo que mi marido no me dejaba
dormir con sus ronquidos y me ha dicho: ¿ah, sí? ¡Pues eso es motivo de
divorcio!
Me ha dejado pensando. No sabía que aquí hiciera falta un
motivo para divorciarse, queda muy americano. Pero, eso me ha llevado a
preguntarme si habrá gente que se divorcia por los ronquidos. La verdad, es que
es insoportable. Últimamente, cada vez más, acabo durmiendo en el sofá. Pero lo
peor, es que me parece una injusticia. El que ronca es él y la que tengo que
dormir fuera de mi cama soy yo. Además, se enfada cuando se lo digo. Lo cierto
es que no hay derecho. No me extraña que la gente se divorcie por eso.
Ahora mientras lo escribo, noto que me voy encendiendo. No
es justo que se enfade, no es justo que ronque y no es justo que se enfade
porque estoy cansada.
En realidad, ¿me quiere? Yo creo que si se quiere a alguien
se desea lo mejor para él. Y, desde luego, lo mejor para mí, no es lo que él
hace.
¿Y yo? ¿Le quiero?
¿Por qué me hago estas preguntas?
¡¡Y sigue roncando!!
Míralo, él durmiendo tan tranquilo y yo aquí, escribiendo
este estúpido diario. Mañana no me podré mover. La vida es un asco.
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